La EAP ha ayudado a muchos hombres que padecen hiperplasia prostática benigna (HPB)

Escuche sus relatos y descubra cómo el tratamiento de EAP puede ayudarle.

Recupere la calidad de vida con la embolización de la arteria prostática

Autores: Alicia Armeli y Laurie Birdsong

"La diferencia es como el día y la noche". Así describe Larry Sago su vida antes y después de la embolización de la arteria prostática (EAP).

El trayecto de Larry comenzó cuando le diagnosticaron agrandamiento de la próstata, también conocido como hiperplasia prostática benigna (HPB). Un trastorno común: aproximadamente la mitad de los hombres de 50 años desarrollan HPB, una estadística que aumenta con la edad.1 Aunque no es un trastorno canceroso, la BPH puede causar una serie de síntomas urinarios molestos, que incluyen sensación de urgencia urinaria, chorro de orina débil o interrumpido y aumento de la frecuencia urinaria.

Durante los meses previos a someterse a la EAP, la BPH comenzó a tener consecuencias importantes en la vida de Larry. Comenzó a tener retención de orina y descubrió que a veces no podía orinar en absoluto. Con dolor, Larry tuvo que conducir él solo a la sala de urgencias para que le insertaran una sonda de Foley para aliviar temporalmente la presión.

Para muchos hombres como Larry que sufren de HPB, la primera línea de tratamiento suele ser medicamentos recetados para tratar los síntomas, pero estos en ocasiones son ineficaces y a menudo tienen efectos secundarios desagradables. Después de probar con medicamentos, Larry se dio cuenta que sus síntomas ya no podían controlarse y seguían empeorando. "Mi urólogo me dijo que la RTUP [resección transuretral de la próstata] era prácticamente la única opción".

La TURP es un procedimiento quirúrgico que elimina mediantes cortes el tejido prostático que bloquea el flujo de orina. Si bien es muy eficaz para mejorar la micción, se asocia con complicaciones como sangrado, fugas de orina y efectos secundarios sexuales. Los riesgos de sangrado son mayores cuanto más grande se vuelve la próstata.

Como no deseaba someterse a una cirugía ni correr el riesgo de tener las complicaciones asociadas con la TURP, Larry investigó opciones de tratamiento no quirúrgicas en Internet, pero no encontró mucho. Por suerte, Larry un día encontró un artículo del Dr. Ari Isaacson, Profesor Asistente Clínico de Radiología de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), que hablaba de la EAP mínimamente invasiva en el Centro de Atención Cardiovascular del Sistema de Atención Médica de la UNC.

"Le envié un correo electrónico al Dr. Isaacson tan pronto como leí sobre la [EAP]", recuerda Larry. “Sorprendentemente, en media hora me respondió pidiéndome mi número de teléfono para hablar más sobre el procedimiento. Durante esta conversación me comunicó todos los aspectos [de la EAP] con mucha claridad”. Como le gustó lo que escuchó, Larry manejó desde Atlanta a Chapel Hill para reunirse con el Dr. Isaacson. Una vez que una biopsia descartó cáncer de próstata, Larry pudo someterse al procedimiento como parte de un ensayo clínico.

La EAP la realiza un radiólogo intervencionista y tarda aproximadamente de una a dos horas en completarse. Bajo sedación consciente, se realiza una pequeña punción en la parte superior del muslo o el brazo. Luego se inserta un fino catéter cuyo trayecto es guiado por imágenes en tiempo real hacia las arterias prostáticas que irrigan a la próstata. Se inyectan diminutas partículas embólicas en estas arterias, bloqueando el flujo de sangre a las áreas agrandadas de la próstata. Una vez privadas de sangre, estas áreas de tejido mueren (necrosis).

"La EAP produce la reducción y ablandamiento de la próstata, permitiendo que la orina fluya más fácilmente y, en última instancia, reduce los síntomas urinarios", explica el Dr. Isaacson. “Algunas de las ventajas de la EAP son que se realiza de forma ambulatoria y el tiempo de recuperación es rápido. En la mayoría de los casos, no se requiere sonda de Foley. La EAP también tiene muy pocas posibilidades de afectar la función sexual. En algunos casos, la función sexual incluso mejora después de que los pacientes pueden dejar de tomar los medicamentos para la HPB”.

Después de la EAP, Larry describe el procedimiento como fácil, sin dolor ni sangrado. Posteriormente, pudo regresar a su habitación de hotel en Chapel Hill, pasar la noche y manejar a su casa en Atlanta al día siguiente. “Durante aproximadamente una semana, los síntomas de BPH persistieron, pero fueron más breves y leves. Una vez que desaparecieron ¡sentí como si tuviera 20 años otra vez!”.

La EAP no solo resultó en mejoras clínicas. También le dio a Larry algo invaluable: recuperar su vida.

"Literalmente ya ni siquiera pienso en los síntomas con los que solía batallar", dice Larry. “¡Puedo ir a jugar golf sin tener que preocuparme por ir al baño en medio del campo de golf!”

"Estoy muy contento por Larry", señala el Dr. Isaacson. “Su caso demuestra cuán efectivo puede ser este procedimiento. Muchos pacientes que se someten a una EAP pueden disfrutar de una mejor micción durante muchos años después del procedimiento”.

Larry se siente muy afortunado de haber sido candidato para la EAP y dice que lo único que cambiaría es no hacerse el procedimiento antes. “Si este tratamiento hubiera estado disponible, lo habría hecho años antes. Realmente espero que haya más difusión para que otros puedan experimentar el aumento en la calidad de vida y la salud a largo plazo que yo tuve.”

ACERCA DEL MÉDICO Ari J. Isaacson, MD, es médico clínico en el Centro de Atención Cardiovascular del Sistema de Atención Médica de la UNC, profesor clínico asistente de Radiología Vascular e Intervencionista y director conjunto de Investigación Clínica de Radiología en la Facultad de Medicina de la UNC en Chapel. Hill, Carolina del Norte.

Los temas de interés clínico para el Dr. Isaacson incluyen embolización arterial, oncología intervencionista e imagenología vascular. Además de dirigir la investigación de la EAP, actualmente es el investigador principal de un ensayo clínico que estudia la embolización de la arteria geniculada (GAE) para el tratamiento del dolor de rodilla y ha recibido varias subvenciones para estudiar tratamientos novedosos para el cáncer de hígado. El Dr. Isaacson también disfruta asesorando a estudiantes y residentes y es el asesor docente del Grupo de Interés en Radiología Intervencionista de la Facultad de Medicina de la UNC.

Referencias

  1. Urology Care Foundation. (n.d.). What Is Benign Prostatic Hyperplasia (BPH)? Extraído de http://www.urologyhealth.org/urologic-conditions/benign-prostatic-hyperplasia-(bph)/

Te presentamos a Ron

“¿No poder ir al baño? Es una gran parte de la vida. No te das cuenta de su importancia hasta que no puedes hacerlo,”, dice Ron, que padecía HPB sintomática. Como ávido motociclista de Harley, los largos viajes de Ron se volvieron demasiado dolorosos debido a su trastorno. A medida que su próstata siguió creciendo, los medicamentos que tomaba ya no ayudaban, eso lo llevó a la EAP.

En el caso de Ron, el procedimiento de EAP duró 90 minutos y al día siguiente ya estaba en casa.

Ron incluso planeó un viaje de 10,000 millas para el verano siguiente.

Después del procedimiento, Ron nos cuenta: “Cualquier hombre que pueda someterse a la EAP en lugar de cualquier otro procedimiento, no es de pensarse mucho. Sólo tienes que hacerlo.”

Para más información, vea su relato.

El testimonio de Michel

Durante más de 10 años, Michel tomó medicamentos para aliviar los síntomas de las vías urinarias inferiores (SVUI). Pero a medida que su trastorno se complicaba, le sugirieron una cirugía, que Michel no aceptó. En su lugar, eligió la EAP.

Diez días después de la EAP, Michel describe sentirse como nuevo.

De vuelta al trabajo, su primera presentación duró 3 horas frente a 350 colaboradores, sin ninguna necesidad urgente de orinar.

Vea más sobre su evolución.

La historia de Bill

Después de tomar medicamentos durante años para su HPB sintomática, Bill se sintió fuera de sí. Recuerda el día en que sus síntomas empeoraron a niveles insoportables, lo que le provocó un dolor extremo durante 4 horas, que culminó en la sala de urgencias. Bill decidió que no quería volver a sentir eso nunca más y su determinación lo llevó a aprender sobre la EAP mínimamente invasiva.

¿Después de la EAP? Bill describe sus resultados como extraordinarios.

Vea el relato completo de Bill.

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